Hace algunas semanas, la administración Trump publicó la Estrategia de Seguridad Nacional (NSS) 2025, un documento que revive la Doctrina Monroe con un explícito “Corolario Trump”. Este enfoque prioriza la “preeminencia estadounidense” en el Hemisferio Occidental, identificando amenazas como la migración, el narcotráfico y la “incursión hostil extranjera”, con China como principal objetivo a desplazar de la región.
El documento busca eliminar la influencia china en América Latina, promoviendo que EE.UU. controle activos estratégicos y cadenas de suministro críticas. Aunque se presenta como cooperación, implica una fuerte coerción: incentivos económicos y diplomáticos para países alineados, pero presión implícita (aranceles, reducción de ayuda o incluso intervenciones) para aquellos que mantengan lazos con Beijing.

Impacto en Argentina y sus recursos naturales
Argentina, la segunda mayor reserva mundial de litio (esencial para baterías y tecnologías verdes, donde China domina el procesamiento), enfrenta presiones directas. La NSS promueve “identificar y proteger recursos estratégicos” en el hemisferio, fomentando inversiones estadounidenses para desplazar a competidores “no hemisféricos”.
Esto es una fuerte presión para que Argentina -atada en sus decisiones por las ayudas económicas que pidió el presidente Milei a Estados Unidos para financiar la campaña electoral el pasado octubre-, priorice contratos con empresas estadounidenses, limitando opciones con China (que ya invierte en salares como Catamarca y Jujuy).

Las consecuencias del alineamiento del gobierno de Javier Milei con EE.UU están a la vista, explícitos en este documento: decisiones sobre explotación de litio y otros recursos (cobre, gas) condicionadas a intereses washingtonianos, reduciendo autonomía en política exterior y económica.
Algunas frases del nuevo documento estadounidense:

– Sobre el “Corolario Trump”: “Estados Unidos afirmará y hará cumplir un ‘Corolario Trump’ a la Doctrina Monroe para mantener el Hemisferio Occidental libre de ‘incursión hostil extranjera o propiedad de activos clave’ mientras asegura estabilidad suficiente para prevenir migración masiva y proteger cadenas de suministro críticas.”
– Denegando influencia extranjera: “Denegaremos a competidores no hemisféricos la capacidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de poseer o controlar activos vitales estratégicamente, en nuestro Hemisferio.”
– Condicionando alianzas: “Los términos de nuestras alianzas, y los términos bajo los cuales proporcionamos cualquier tipo de asistencia, deben condicionarse a reducir la influencia externa adversa, desde el control de instalaciones militares, puertos e infraestructura clave hasta la compra de activos estratégicos en general.”

La NSS 2025 usa inversiones y castigos como presiones para reafirmar el dominio regional, priorizando suministros críticos como el litio para EE.UU. Para Argentina, esto representa riesgos de dependencia asimétrica y erosión soberana, donde recursos nacionales se subordinan a la estrategia anti-China de Washington, limitando decisiones independientes en un mundo multipolar.

