El día de ayer, Fuerza Patria, liderada por el gobernador Axel Kicillof, logró una victoria aplastante en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, obteniendo cerca del 47% de los votos frente al 34% de La Libertad Avanza, el partido del presidente Javier Milei. Con el 98% de las mesas escrutadas, el peronismo se impuso en seis de las ocho secciones electorales y en 99 de los 135 municipios, consolidando su dominio en el mayor distrito electoral del país. La estrategia de Kicillof de desdoblar los comicios provinciales resultó clave para fortalecer su liderazgo y proyectarlo como figura opositora de cara a 2027.

En un clima de celebración en el búnker de Fuerza Patria en La Plata, Kicillof destacó la importancia de esta victoria como un mensaje claro al gobierno nacional. “Las urnas le dijeron a Milei que no se puede gobernar con odio, que no se puede frenar la obra pública ni abandonar a los más vulnerables”, afirmó el gobernador, acompañado por dirigentes como Sergio Massa y un mensaje grabado de Cristina Kirchner. Subrayó que el triunfo refleja el respaldo a una gestión que protege a los bonaerenses frente a las políticas nacionales, consolidando su rol como referente del peronismo.

Kicillof aprovechó su discurso para tender un puente al diálogo, desafiando directamente al presidente Milei. “Espero mañana tu llamado, tené el coraje y la valentía de reunirte para trabajar y ponernos de acuerdo”, expresó, instando al jefe de Estado a escuchar el mandato popular de la provincia que representa al 40% del electorado argentino. Criticó las políticas de ajuste y llamó a rectificar el rumbo, destacando que “con más desequilibrio y desigualdad no van a conseguir nada”.

Este resultado no sólo refuerza la gestión de Kicillof, sino que también marca un punto de inflexión en la política nacional. La victoria de Fuerza Patria, lograda sin recurrir al “lenguaje de odio”, según el gobernador, posiciona al peronismo como una fuerza sólida de cara a las elecciones nacionales de octubre. Con un liderazgo fortalecido, Kicillof emerge como un actor clave en la oposición, dispuesto a dialogar pero firme en su defensa de los intereses bonaerenses.
