En el corazón de Morón, el Ciclo “Música en el Aljibe” se ha consolidado como una de las propuestas más innovadoras y accesibles del calendario artístico local. Organizado por la Municipalidad de Morón en colaboración con instituciones como el Conservatorio de Música Alberto Ginastera, este ciclo transforma espacios históricos en escenarios vivos, fusionando la arquitectura patrimonial con la potencia de la música en vivo. Desde su inicio, ha buscado democratizar el acceso a la cultura, ofreciendo recitales gratuitos que invitan a la comunidad a redescubrir su identidad a través de sonidos que resuenan en rincones inesperados.
El “Aljibe” —un antiguo depósito de agua subterráneo convertido en un auditorio acústico único— no es solo un lugar, sino un símbolo de la historia moronense. Ubicado en el Museo Histórico y de Arte General San Martín (Casullo 59, Morón centro), este espacio emblemático acoge el ciclo desde hace varias ediciones, donde la reverberación natural del agua y la piedra amplifica cada nota, creando una experiencia inmersiva que trasciende lo convencional. Este año, el ciclo ha girado en torno a reflexiones existenciales, entrelazando la música con exposiciones visuales que invitan a meditar sobre la vida y su finitud. Una de las joyas de la corona ha sido la integración con la muestra “Memento Mori: Múltiples Miradas sobre la Muerte”, una iniciativa que reúne obras de artistas locales en pintura, instalaciones y grabados, explorando la fragilidad humana con sensibilidad y crudeza.
Este viernes 28 de noviembre, a las 19:00 horas, llega el gran cierre de esta edición: el último concierto del ciclo, que promete ser un broche inolvidable. La velada comenzará con una visita guiada exclusiva por la exposición “Memento Mori”, programada para las 18:30 horas.
Guiados por expertos del museo, los asistentes recorrerán las salas iluminadas por una luz tenue que resalta los contrastes de las obras: desde lienzos que capturan el último soplo de vida hasta esculturas que juegan con sombras y símbolos ancestrales. Es una oportunidad única para que familias, estudiantes y curiosos se sumerjan en un recorrido de aproximadamente 45 minutos, donde se desentrañan las inspiraciones de los artistas y se abren diálogos sobre la mortalidad en el arte contemporáneo. La entrada es gratuita, pero se recomienda llegar con antelación para asegurar un lugar, ya que el cupo es limitado.
Inmediatamente después, a las 19:00, tomará el escenario el Ensamble de saxofones del Conservatorio Alberto Ginastera y el Conservatorio Manuel de Falla. Este grupo, compuesto por talentosos alumnos y profesores del conservatorio, presentará un repertorio ecléctico que navega entre lo clásico y lo moderno. Bajo la dirección de un maestro como Antonio García Jorge —quien ha trabajado con ensembles similares en colaboraciones internacionales—, el grupo desplegará un abanico de timbres que dialogan perfectamente con el eco del aljibe, evocando tanto la efervescencia de la vida como el susurro de lo eterno.
