Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil desde 2023, ha hecho de la soberanía nacional y regional una prioridad en su gobierno. Tras el aislamiento internacional durante el mandato de Jair Bolsonaro, Lula busca recuperar el liderazgo de Brasil en América Latina y fortalecer su posición en el mundo. Su política exterior promueve la independencia de Brasil y la cooperación entre los países del Sur Global, evitando la influencia de potencias extranjeras.

Una de las principales acciones de Lula ha sido revitalizar organismos regionales como la CELAC y la UNASUR. Estas plataformas buscan unir a los países latinoamericanos para resolver problemas comunes, como el cambio climático y la desigualdad, sin depender de decisiones externas. Lula defiende que América Latina debe tener una voz propia en el escenario global, promoviendo el diálogo y la integración entre sus naciones.

En el ámbito económico, Lula ha enfrentado amenazas como los aranceles impuestos por Estados Unidos. En respuesta, afirmó que Brasil no aceptará ser controlado por otros países y prometió medidas recíprocas para proteger los intereses de su pueblo. Esta postura refleja su compromiso con la soberanía económica y la defensa de los productos brasileños en el mercado internacional.

Además, Lula apuesta por el multilateralismo, fortaleciendo alianzas con países como China, India y los BRICS. Busca un mundo más equilibrado, donde las naciones emergentes tengan mayor influencia en decisiones globales. Esto incluye reformar instituciones como la ONU para que representen mejor a los países del Sur Global, garantizando que sus intereses sean respetados.
Con estas políticas, Lula no solo protege la soberanía de Brasil, sino que también impulsa la unidad y la autonomía de América Latina. Su liderazgo busca construir un futuro donde la región sea protagonista de su propio destino, enfrentando desafíos globales con una voz fuerte y unida.
