Cada vez más personas eligen la impresión 3D como punto de partida para sus proyectos. Con máquinas accesibles, que no requieren gran espacio ni conocimientos técnicos avanzados, esta tecnología permite diseñar y fabricar objetos personalizados desde casa.
La impresión 3D es una tecnología que permite fabricar objetos a partir de diseños digitales, agregando material capa por capa. En Argentina, su uso viene creciendo tanto en la industria como en la educación, el diseño, la salud y hasta en la construcción. Se utiliza para crear piezas personalizadas, prototipos rápidos, herramientas, prótesis accesibles y objetos de uso cotidiano. Cada vez más emprendedores, escuelas técnicas y espacios comunitarios incorporan impresoras 3D como forma de aprender, producir y resolver problemas concretos de manera creativa y local.
Emprendedores locales ya la usan para producir desde llaveros y portavasos hasta piezas funcionales para movilidad urbana. El valor diferencial está en la personalización: nombres, logotipos, colores únicos. Esto no solo atrae a nuevos clientes, también permite aumentar la rentabilidad sin necesidad de grandes inversiones.
La posibilidad de fabricar a demanda, sin stock innecesario ni desperdicio, hace de la impresión 3D una opción viable para quienes buscan empezar con bajo presupuesto y una propuesta propia.
La tecnología avanza, y con ella, una nueva generación de nuevas oportunidades para emprender en proyectos de distintos tipo de escala, favoreciendo la economía local con la creación de modelos de negocios orientados al triple impacto.