Tratamientos gratuitos para dejar de fumar en la Provincia de Buenos Aires

La Provincia de Buenos Aires ofrece tratamientos gratuitos para ayudar a las personas a dejar de fumar. En el CAPS 13 de Villa Lynch, San Martín, el médico especialista en tabaquismo Mariano Levkovich atiende en un consultorio de cesación tabáquica. Estos espacios, coordinados por el Ministerio de Salud bonaerense, funcionan en hospitales y centros de salud públicos. Ofrecen dos tipos de tratamientos: intervención breve, con cuatro consultas de 30 a 45 minutos, o intervención intensiva, que incluye dos entrevistas iniciales y siete sesiones más extensas, ya sea individuales o grupales.

Para facilitar el acceso, la Provincia cuenta con un mapa web (www.ms.gba.gov.ar/sitios/tabaco) donde se puede encontrar el consultorio más cercano. Dejar de fumar es un proceso difícil, pero trae grandes beneficios, como prevenir enfermedades graves (cáncer de pulmón, infartos, EPOC) y mejorar la calidad de vida. Según Levkovich, entre 5 y 10 años después de abandonar el tabaco, el daño causado puede desaparecer o el avance de ciertas enfermedades se detiene.

Para comenzar, es fundamental decidir dejar de fumar y buscar ayuda profesional, ya que la fuerza de voluntad sola no suele ser suficiente. Se puede contactar al Programa de Control del Tabaco por correo (controltabacopba@gmail.com) o visitar su sitio web, que ofrece recursos como guías, consejería e información sobre los riesgos de los cigarrillos electrónicos. Un estudio de 2021 mostró que el 23,1% de los bonaerenses fuma, principalmente cigarrillos industrializados, aunque también hay quienes usan cigarrillos armados o vapers, todos con nicotina y efectos nocivos.

El tabaquismo genera dependencia física, psíquica y social. Los tratamientos incluyen medicamentos que ayudan a reducir síntomas de abstinencia, como ansiedad o irritabilidad. La psicóloga Laura Fulio destaca la importancia de escuchar a los pacientes, entender sus experiencias previas y sus ideas sobre los tratamientos. Muchas personas, por ejemplo, rechazan medicamentos por temor, aunque fumen grandes cantidades de cigarrillos, que contienen miles de sustancias tóxicas, incluida la nicotina, altamente adictiva.

Dejar de fumar requiere un enfoque cognitivo-conductual para cambiar hábitos. La nicotina, una de las 7 mil sustancias del tabaco, crea una fuerte dependencia, y los neuroreceptores que la procesan tardan entre 4 y 6 semanas en desactivarse tras dejar de fumar. Sin embargo, una sola pitada puede reactivar la adicción, por lo que es clave mantenerse comprometido con el tratamiento. Fulio señala que, en algunos casos, dejar el tabaco puede revelar conflictos personales que necesitan abordarse en una terapia más profunda.

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