Ciudad del Vaticano
En una misa histórica frente a más de 200,000 fieles y 150 delegaciones internacionales, el nuevo Papa celebró su primera misa en la Plaza de San Pedro, destacando la importancia de la fraternidad y la paz en un mundo dividido.
En una jornada marcada por la solemnidad y la esperanza, el Papa León XIV ofició su misa inaugural este domingo en la Plaza de San Pedro, dando inicio oficial a su pontificado.
La ceremonia contó con la presencia de líderes mundiales como el presidente italiano Sergio Mattarella, la primera ministra Giorgia Meloni, el vicepresidente de EE.UU. JD Vance, y el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski, entre otros.
Durante la homilía, León XIV hizo un llamado urgente a la unidad de la Iglesia frente al odio moderno, los conflictos, los prejuicios y la marginalización causada por el modelo económico actual.
Rechazó figurar como un líder solitario y se presentó como un hermano y servidor de la fe. La ceremonia incluyó el rito de imposición del Palio y la entrega del Anillo del Pescador, símbolos litúrgicos del pontificado.
León XIV expresó su esperanza de que Ucrania logre una “paz justa y duradera”, y se reunirá con Zelenski más tarde ese mismo día.
Acompañado por líderes de distintas religiones y con presencia de miles de fieles de todo el mundo, León XIV dio señales de su intención de fortalecer el diálogo interreligioso, la paz y el rol de la Iglesia en los desafíos ambientales y sociales del siglo XXI.Con un tono sereno pero firme, la ceremonia incluyó pasajes en italiano, español y árabe, y cerró con un gesto simbólico: un breve encuentro con familias migrantes que viven en Roma.