Impulsada por los rubros educación, alimentos y bebidas no alcohólicas, la inflación se disparó al 3,7% en marzo último (3.9% en el AMBA), muy por encima del 2,4% de febrero, informó esta tarde el INDEC. En los últimos doce meses, el costo de vida acumuló un alza del 55,9%. En el primer trimestre del año, los precios subieron 8,6%.
La división de mayor aumento en marzo fue Educación (21,6%), con subas en todos los niveles educativos, por el inicio del ciclo lectivo.
Le siguió Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,9%), principalmente por incrementos en Verduras, tubérculos y legumbres y Carnes y derivados.
La división que registró la mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,2%), por los aumentos en Carnes y derivados y Verduras, tubérculos y legumbres.
Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en marzo de 2025 fueron Bebidas alcohólicas y tabaco (0,8%) y Recreación y cultura (0,2%).
A nivel de las categorías, los precios Estacionales (8,4%) lideraron el incremento, seguida de Regulados (3,2%) e IPC Núcleo (3,2%).
Además, señaló que la variación interanual del IPC Nacional del 55,9%, siendo el onceavo mes consecutivo de desaceleración en la comparación contra igual mes del año anterior.
El dato nacional se conoce dos días después de que la Ciudad registrara un fuerte aumento, con un índice del 3,2% para marzo, 1,2 puntos porcentuales por encima del mes anterior.

Canasta familiar
Una familia tipo necesitó $1.100.267 para no ser considerada pobre en el Gran Buenos Aires, de acuerdo con el estudio de valorización mensual de canastas difundido hoy por el Indec.
Ese fue el valor de la Canasta Básica Total (CBT), que incluye tanto alimentos como otros bienes y servicios esenciales como transporte, salud, educación y vestimenta.
La variación mensual de esta canasta fue del 4% respecto de febrero. En lo que va del año, acumula un aumento del 7,4%, mientras que la variación interanual alcanzó el 42,3%.
Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) —que define el umbral de la indigencia y contempla únicamente los alimentos necesarios para cubrir los requerimientos nutricionales mínimos— se ubicó en $495.616 para ese mismo hogar.
Esta canasta tuvo una suba mensual del 5,9%, acumula un 10,3% en el año y muestra un incremento interanual del 38,4%.
Estas canastas se calculan a partir del consumo de un adulto equivalente, cuya línea de pobreza en marzo fue de $356.073 y la de indigencia, de $160.393.
Los datos reflejan el impacto del aumento del costo de vida sobre los hogares y son clave para monitorear la evolución de la pobreza y la indigencia en el país.