La Catedral colmada despidió con profunda emoción al primer Papa latinoamericano. El obispo Jorge Vázquez llamó a seguir su legado de cercanía, justicia y defensa de la casa común.
En una jornada marcada por el recogimiento y la unidad, la Catedral de Morón se convirtió en epicentro de la despedida local al Papa Francisco. La misa, presidida por el obispo Jorge Vázquez, reunió a la comunidad católica del oeste del conurbano, autoridades políticas, sindicales y sociales.
El intendente Lucas Ghi participó del homenaje junto a sus pares de Ituzaingó, Pablo Descalzo, y de Hurlingham, Damián Selci, representando a los municipios que integran la diócesis. En sus redes sociales, Ghi expresó:
“Unidos en oración por su eterno descanso y a dar gracias al Señor por su vida y su incansable servicio a la Iglesia”.
Un legado que trasciende lo religioso
Durante la homilía, el obispo Vázquez compartió un mensaje de esperanza y compromiso con la obra del primer Papa latinoamericano:
“Francisco llegó al corazón de la gente y enseñó el camino de un nuevo humanismo. Hace falta que seamos más humanos y que defendamos la casa común”, expresó conmovido.
La ceremonia también fue una oportunidad para recordar los cuatro momentos en que Jorge Bergoglio pasó por la diócesis de Morón antes de ser elegido Sumo Pontífice. Su cercanía con el pueblo y la fe profunda que promovió fueron resaltadas como pilares de su vida.
Unidad y fraternidad
El sacerdote Martín Bernal, párroco de la Catedral, subrayó un aspecto fundamental del legado del Papa:
“Todos los que estaban en la iglesia es difícil encontrarlos juntos en otro lugar. La unidad también fue parte del mensaje de Francisco”.
La catedral, colmada y silenciosa, acompañó con recogimiento cada pasaje de la liturgia. En palabras del obispo, “incluso en su último gesto, con dificultad para levantar el brazo, Francisco bendijo. Estuvo, como siempre, con su gente”.