Hace unos días, el presidente Donald Trump logró un cese al fuego entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza. El acuerdo empezó el viernes pasado, y Hamás liberó a los últimos 20 rehenes israelíes vivos, este lunes.

Trump está actualmente en Israel y habló hoy en el Parlamento. Recibió una ovación de pie, pero sólo luego de que dos diputados interrumpieran su discurso levantando un cartel con la palabra “Genocidio”, tras lo cual fueron escoltados fuera de la sala. Dijo entre otras cosas que la guerra terminó y que la paz llegará a Medio Oriente.

El conflicto entre Israel y Palestina trasciende a Trump y a Hamas. Comenzó oficialmente en 1948 con la creación de Israel -aunque el conflicto real existía desde mucho antes-, que obligó a muchos palestinos a huir a Gaza. Hubo otras guerras grandes en 1967 y varias peleas en Gaza desde 2008. Pero el detonante más reciente fue el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, cuando cerca de 1.200 israelíes murieron y 251 fueron tomados como rehenes provocando una invasión despiadada de Israel.

Hasta octubre de 2025, se reportan al menos 81.296 palestinos y 2.053 israelíes muertos, con 1.900.000 desplazados en Gaza. Sin contar con el bloqueo de ayuda humanitaria que Israel le impuso a Gaza y que generó la muerte por hambre y desnutrición de miles de personas (la mayoría de ellos niños) y enfermedades terribles causadas por el modo de vida inhumano al que fueron sometidos los palestinos en los últimos dos años.

El plan de Trump tiene 20 puntos, dividido en fases. La primera fase incluye el cese al fuego, la liberación de rehenes a cambio de presos palestinos, y el envío de 400 camiones de ayuda al día a Gaza. En fases siguientes, Hamás debe desarmarse y no gobernar Gaza. También se planea normalizar relaciones entre Israel y países árabes.

El acuerdo ya está en marcha. Trump viaja a Egipto mañana para una cumbre sobre el futuro de Gaza, con líderes mundiales. La segunda fase empezó, con más ayuda y planes para reconstruir. Pero quedan temas tensos para tratar, como el futuro rol de Hamás y quién controlará Gaza.

Trump tiene puestos sus propios intereses económicos en este acuerdo. Su plan incluye un “plan de desarrollo económico Trump” para Gaza, con zonas especiales de comercio y tarifas bajas. Además, su yerno Jared Kushner tiene negocios en el Golfo, y la paz abre puertas para hoteles y proyectos de la familia Trump en la región. Esto fortalecería su imagen internacional y atraería supuestos inversores a la zona.