En noviembre de 2025, Morón vibra con el Ciclo Milongas de Noviembre, una iniciativa de la Subsecretaría de Políticas Culturales del municipio que celebra la rica tradición tanguera local. Este circuito de encuentros independientes busca fortalecer la cultura del tango, ofreciendo clases abiertas, música en vivo y espacios para bailar con entrada gratuita. Desde el 1 de noviembre hasta finales del mes, los fines de semana se transforman en noches de pasión y ritmo, invitando a milongueros de todas las edades a reconectar con el alma del barrio.
Las sedes seleccionadas recorren el corazón de Morón y Castelar, como la Plaza Seca en Martín Irigoyen 436 (Castelar centro) para la Milonga La Nelly, el icónico espacio de Gral. Machado 749 (Morón centro) con A la Gran Milonga, y el Espacio Cultural La Berinto en Av. Rivadavia 18.432 (Morón centro) para Under Tango. Entre los músicos destacados, brillan Eliana Sosa y su cuarteto en aperturas vibrantes, Reja Negra con su tango emotivo, y Tango Yuyo, que fusiona tradición y frescura. DJs como J Barrios completan las tandas, asegurando un repertorio que evoca memorias porteñas.
El tango no solo entretiene: bailarlo fortalece el cuerpo de manera integral. Mejora el equilibrio y la coordinación, al requerir pasos precisos y giros fluidos que activan músculos olvidados. Además, eleva el ritmo cardíaco como un ejercicio cardiovascular moderado, promueve la flexibilidad en caderas y piernas, y quema calorías sin el impacto de un gimnasio. Para personas mayores, es un aliado contra la rigidez, fomentando una movilidad diaria más ágil y vital.Más allá del físico, el baile tango nutre la mente y el espíritu social. Reduce el estrés liberando endorfinas, alivia la ansiedad mediante la concentración en el compás, y estimula la memoria cognitiva al recordar secuencias de pasos.
Socialmente, crea lazos profundos en el abrazo compartido, combatiendo la soledad al unir generaciones en un ritual de respeto y empatía. En Morón, estas milongas no son solo bailes: son un bálsamo para el alma colectiva, recordándonos que el humano florece en comunidad.
