Las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y su impacto en el fútbol argentino

Las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) son un modelo que el presidente Javier Milei impulsa para transformar los clubes de fútbol en empresas con fines de lucro, a diferencia de las asociaciones civiles sin fines de lucro que son hoy. Esto significa que los clubes podrían ser comprados por inversores privados, quienes tomarían decisiones para maximizar ganancias, no necesariamente para beneficiar a los socios o hinchas. Este cambio, propuesto a través de un decreto, busca modernizar la gestión, pero genera preocupación por sus consecuencias.

Una de las mayores preocupaciones es la pérdida de soberanía sobre los derechos de transmisión de los partidos. Actualmente, los clubes negocian colectivamente estos derechos, lo que permite que los partidos se vean en televisión abierta o por plataformas accesibles. Con las SAD, los inversores podrían vender estos derechos a empresas privadas, como grandes corporaciones o plataformas de streaming, que prioricen el lucro sobre el acceso del público. Esto limitaría la posibilidad de que el ciudadano común vea los partidos sin pagar costosas suscripciones.

Para el ciudadano de a pie, esto es un problema grave. El fútbol en Argentina es parte de la cultura y une a millones de personas. Si los derechos de transmisión pasan a manos de privados, muchos hinchas no podrán seguir a sus equipos favoritos por falta de dinero. Además, los clubes perderían su esencia comunitaria, ya que los socios tendrían menos voz frente a los intereses de los accionistas, que podrían ser extranjeros o empresas sin conexión con la historia del club.

Por otro lado, quienes apoyan las SAD dicen que traerían más inversión y profesionalismo, ayudando a sanear las finanzas de los clubes. Sin embargo, experiencias en otros países muestran que este modelo a menudo beneficia a los inversores y no a los hinchas, con aumentos en los precios de entradas y suscripciones. En Argentina, donde el fútbol es una pasión popular, esto podría alejar a los sectores más humildes de un deporte que siempre fue suyo.

En conclusión, las SAD propuestas por Milei podrían cambiar el fútbol argentino para siempre, quitándole al ciudadano común el acceso libre a los partidos y debilitando el rol de los socios. Aunque se promete modernización, el riesgo de perder la identidad cultural y la accesibilidad al fútbol es alto. Es un debate que afecta no solo a los clubes, sino a toda la sociedad que vive este deporte con pasión.

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